viernes, 17 de febrero de 2012

FACH 302, en librea aplicada en su actual destino, con la Escuadrilla "BOINAS AZULES", Base Aérea El Bosque

99A Airliner
en la Fuerza Aérea chilena

FACH 309 (ex 300) asignado al Grupo de Aviación Nº 10, en Los Cerrillos, Octubre 02 de 1989

por Sergio H. Pulgar N.

Tradicionalmente reconocido como el avión de entrenamiento de vuelo por instrumentos, el Beechcraft 99A Airliner, es la solución más especializada de ésta importantísima disciplina aeronáutica.

Ello debido a que el génesis del vuelo instrumental nace inclusive antes que la misma Fuerza Aérea, toda vez que formaba parte del programa de entrenamiento al cual eran sometidos los alumnos en las escuelas europeas, hasta donde entre los años 1920 y 1930, acudían los futuros Pilotos Militares chilenos. Así en Francia efectuaban el Curso de Pilotaje de Avión, sin visibilidad exterior; ello era un proceso de grandes dificultades, ya que se cambiaba notablemente las condiciones de vuelo, ello debido a que en el vuelo visual, el piloto tiene sensaciones, referencias y apreciaciones muy diferentes a aquellas en condiciones «ciegas», donde debe confiar y por ende volar sólo leyendo los instrumentos. Pero su práctica y posterior desarrollo fue compensado por la disminución considerable de los accidentes, lo cual ha instituido el sistema de vuelo por instrumentos, como un requisito esencial en el currículo de los Pilotos.

En Chile se iniciaron los primeros cursos en Avro LYNX, mediante el procedimiento de cubrir al alumno con una capota que impide la visibilidad exterior, para que centre su atención exclusivamente en los instrumentos; también se practicaba, con ciertos resguardos, el vuelo de este tipo entre nubes, como una manera de enfrentar a los alumnos a condiciones reales.
Aunque se mantuvo la eficiencia a nivel de Instructores y se intentaba mantener un sistema de instrucción en la disciplina instrumental, las deficientes condiciones técnicas de los sistemas de radioayudas y de comunicaciones, mantuvieron esta etapa del entrenamiento de los Pilotos en un lento proceso hasta 1939, cuando el accidente múltiple, provocado por las malas condiciones meteorológicas y la deficiente comunicación con una Escuadrilla de Ju-86K provenientes de Argentina, hacen que éstos se desbanden e intente aterrizar en distintos lugares, con la consecuente pérdida de gran parte de las aeronaves, algunas de ellas irrecuperables; sólo uno logró aterrizar en El Bosque.


La experiencia lograda en el exterior y la readecuación de los conceptos de vuelo instrumental, son adoptados para reactivar definitivamente esta parte de la Instrucción y evitar la repetición del incidente de los Junkers; el cual además revelaba una indisciplina de vuelo notable. Así se adoptan los sistemas estadounidenses, por lo que sumado a la adquisición de aeronaves de ese origen, producen un cambio notable en la estructura de la Institución, comisionándose Pilotos para que vayan a entrenarse a las Escuelas estadounidenses.
Así comienza la aplicación de distintas aeronaves para la Instrucción de Vuelo por Instrumentos, partiendo por el BT-13 y el T-6; luego se aplicarían los T-34, B-25, C-47 y D-18; pero todavía eran aeronaves adaptadas para el entrenamiento, se había desarrollado la técnica, se había estandarizado los procedimientos, inclusive y aunque todavía precarias, se había avanzado en la instalación de radioayudas y sistemas de comunicación y enlace.

En esas condiciones en 1955 la Fuerza Aérea reglamenta las actividades de Vuelo Instrumental y aunque establece una Tarjeta de Vuelo por Instrumentos para los Pilotos, no es de carácter obligatorio y dura un año. En ese ámbito se integran los Simuladores de Vuelo específicos de vuelo instrumental, como el C-8 y el C-11, donde el movimiento en éste último, lo tienen sólo los instrumentos y no la estructura.
Todo cambiará en 1961, cuando la Dirección General de Aeronáutica Civil, instala el primer VOR, generando un desarrollo explosivo, con la activa participación del Servicio Aerofotográmetrico (SAF), el cual edita las primeras cartas de aerovías y de aproximación instrumental, llegan a tal grado los avances, que sitúan a Chile como uno de los más avanzados en esa materia en el ámbito americano.
El proceso se coronará con la primera promoción de Oficiales Pilotos egresados en 1964, los cuales reciben la instrucción en Cessna T-37 TWEETY.

Se había logrado llevar el Vuelo Instrumental a niveles de excepción, convirtiéndolo en un requisito indispensable para el currículo de los Pilotos, se había logrado implementar en todo el territorio nacional un sistema eficiente de radioayudas y se estaba logrando establecer una red comunicacional eficiente; además de lograr el mejor nivel en cuanto a Manuales y Cartillas. Pero todavía se dependía de la adaptación de aeronaves destinadas a otras misiones, para dar un entrenamiento adecuado a las tripulaciones y ello, aunque en lo práctico era lo mejor de la época; revelaba la urgente necesidad de contar con una aeronave acondicionada y destinada exclusivamente a la formación de Instructores de Vuelo por Instrumentos y además, mantener la eficiencia operativa a la dotación de Pilotos Institucionales.

ESCUELA DE VUELO POR INSTRUMENTOS

Diversos estudios concluyen en la elección de la aeronave para tal efecto, la cual debía ser acondicionada conforme a los requerimientos chilenos; eligiéndose el Beechcraft 99A Airliner.

Los 99A, como serían más comúnmente conocidos, se modificaron esencialmente en la disposición de los paneles de instrumentos, siendo dotado de uno convencional y otro acotado al vuelo instrumental con lo más avanzado del momento. Estructuralmente se dota la cabina de cuatro asientos para Instructores y Alumnos en función y el resto de la provisión de asientos, queda destinada a Alumnos Observadores. En esa configuración son adquiridos 9 aviones, los cuales serán destinados al Grupo de Aviación N° 11, el cual fue reactivado para tal efecto en 1969, en la Base Aérea de Quintero, la cual se conocería por una década como la Cuna del Vuelo Instrumental.

En Agosto de 1970 se recibe el último 99A, cuya dotación tendría una doble identificación, la propiamente militar, desde el FACH 300 al 308 y la civil desde CC-EEO a CC-EEW. Posteriomente se cambiaría el número FACH 300 por el 309.

La incorporación de los AIRLINER significó un enorme avance en el entrenamiento de tripulaciones en las técnicas del Vuelo Instrumental, operando desde la Base Aérea de Quintero, aumentando notablemente la cantidad de Instructores de Vuelo por Instrumentos (I.V.I.), título que otorgaba un gran respeto entre la comunidad del Aire.

El AIRLINER fue aplicado en su función de Escuela hasta principio de los años 80, cuando bajo el mando del General Fernando Matthei A., la FACH emprendió un decidido y fructífero desarrollo tecnológico, entre cuyos proyectos realizados consideró la introducción de equipamiento de radar para Patrullaje aeromarítimo (Petrel) y luego Sistemas de Guerra Electrónica (Skúa), delegando la función de entrenamiento de vuelo Instrumental a los PA-28 236 DAKOTA, construidos bajo licencia en la entonces Ala de Mantenimiento, actual ENAER.

SKÚA y PETREL

FACH 306 en una imagen de la publicación institucional, donde aparece en tercer plano.

Este elegante transporte también fue aplicado al esfuerzo defensivo en 1978, siendo mimetizado, como se observa en la rara imagen superior y segun algunas fuentes se habría intentado montarle armamento, pero no hay pruebas que lo avalen, llamando la atención que el avión de la foto tenga desmontada la ventada de rescate.

La conversión de los 99A fue desarrollada y aplicada íntegramente por la Empresa nacional DTS, que creo e implementó el sistema designado como ITATA. La diferencia general observada entre ambas designaciones (Petrel y Skúa) era la forma del radomo instalado en la sección inferior del fuselaje (por ejemplo el 301 tenía un radomo redondeado, en tanto que el 308 lo tenía en forma de gota de agua). Estos aviones operaban en el Grupo N° 11, hasta la desactivación de la Base Aérea de Quintero, cuando se trasladaron a Los Cerrillos.

FACH 305, en su característico esquema VIP, de los 80, captado en El Bosque en Diciembre de 1987

Inicialmente el programa incorporó tres aeronaves (301, 304 y 308), para posteriormente ampliarlo a seis (302, 303 y 307), los tres aviones restantes (305, 306 y 309) se destinaron a misiones de transporte VIP y general, siendo operados por el Grupo de Aviación N° 10.
Versiones no confirmadas indicarían que los tres aviones destinados a transporte habrían sido vendidos a civiles chilenos y extranjeros, a fines de los años 90.


FACH 306, en versión de transporte, asignado al Grupo de Aviación Nº 10, 1991

La serie de 99A destinados a misiones de Guerra Electrónica, fueron redestinados al Grupo de Aviación N° 2, el cual fue reactivado en Los Cerrillos, donde operaron con los PR.9 Canberra, hasta la baja de estos y posteriormente se trasladaron con el Grupo 2, a su actual destinación en Chucumata.

Finalmente todos los aviones fueron designados PETREL ALFA o PETREL BETA, dependiendo de la implementación que operen.

Próximos a cumplir 40 años de servicio en nuestra Fuerza Aérea, los 99A ostentan un alto estándar de seguridad de vuelo, no habiendo sufrido ningún accidente en toda su vida operativa.

FACH 301, operativo en el Grupo de Aviación Nº 10; 18 de Noviembre de 2008

El último 99A operado por el Grupo de Aviación Nº 10, fue el FACH 301, hasta 2009, cuando se redestina al Grupo de Aviación Nº 2 y debería estar pronto a cumplir su ciclo de horas de vuelo, para ser retirado del servicio. Este fue uno de los primeros en ser convertidos en plataforma de reconocimiento electrónico, con el nombre de SKÚA.


FACH 301, Grupo Nº 10, Noviembre 18 de 2008
El Editor junto a dos tripulantes del 99A



301 en el Museo


En Diciembre de 2010, el FACH 301 es entregado al Museo Nacional Aeronáutico de Chile, para ser exhibido, como parte de la colección de aeronaves institucionales. En estado óptimo, salvo por la ausencia de los motores, algunos instrumentos y accesorios. Un digno final para una hermosa aeronave.


NOTA IMPORTANTE

Se ha elegido el nombre de PETREL para presentar este elegante bimotor de transporte y que operase en funciones de AEW; principalmente por ser el más reconocido por los cultores de la aviación militar nacional; destacando que la información sobre el 99A es bastante escasa y todavía clasificada, por lo que lo editado es sólo recopilación de lo que se ha publicado en fuentes abiertas y conocimiento personal del autor, quien tuvo la oportunidad de volar en un par de misiones en el contexto de operaciones UNITAS en la década de los 80.


302 Escuadrilla BOINAS AZULES


Desactivados los 99A en el Grupo de Aviación Nº 2, el FACH 302 fue entregado inicialmente a la Escuela de Especialidades en 2010, en su esquema de mimetismo en dos tonos de gris azulado y desprovisto de sus instalaciones PETREL.
En 2011 es traspasado a la Escuadrilla de Paracaidistas BOINAS AZULES, siendo repintado en un atractivo esquema, conservando su numeral; posteriomente se pintó en el actual esquema, siendo conservado en buenas condiciones.


304 a Estados Unidos

A fines de 2011, el FACH 304 fue vendido en condiciones de vuelo, a un particular estadounidense, siendo entregado en su esquema de mimetismo, conservando las identificaciones institucionales, pero agregándosele la nueva matrícula extranjera. La aeronave despegó desde Arturo Merino Benítez a su nuevo destino.